¿Qué es el bruxismo y cómo tratarlo?

El bruxismo, conocido comúnmente como el hábito de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria, es un problema que afecta tanto a la salud dental como al bienestar general. Este trastorno puede ocurrir tanto durante el día como mientras se duerme, y está relacionado frecuentemente con el estrés y el estilo de vida moderno.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo implica la acción repetida de apretar o rechinar los dientes más allá de lo normal. Idealmente, los dientes solo deberían entrar en contacto durante 14 a 17 minutos al día. Superar este tiempo puede provocar problemas en la musculatura facial, cefaleas y desgaste dental, además de síntomas como:

  • Cansancio facial matutino.
  • Dolores al masticar.
  • Desgaste de los dientes.
  • Marcas en la lengua o mejillas internas.

¿Qué lo causa?

El estrés es el principal desencadenante del bruxismo. Muchas personas, debido a las exigencias del día a día, reaccionan apretando o rechinando los dientes como una forma inconsciente de liberar tensión. Aunque algunos estudios exploran posibles causas genéticas, los perfiles psicológicos de quienes lo padecen suelen coincidir en ser personas autosuficientes y muy exigentes consigo mismas.

Daños asociados al bruxismo

Además del desgaste dental severo, el bruxismo puede ocasionar daños importantes en la articulación temporomandibular (ATM). Estos problemas pueden manifestarse en forma de:

  • Ruidos articulares al mover la mandíbula.
  • Dolores y bloqueos mandibulares.
  • Deformación del disco articular.

En los casos más graves, cuando los tratamientos conservadores no son efectivos, podría ser necesaria una intervención quirúrgica.

Tratamientos para el bruxismo

El tratamiento del bruxismo varía según la gravedad de los síntomas, pero los enfoques más comunes incluyen:

  1. Férulas de descarga: aparatos intraorales personalizados que ayudan a reducir la presión sobre los dientes y deben ser revisados periódicamente.
  2. Restricción de movimientos: evitar abrir la boca de forma exagerada o consumir alimentos duros para disminuir la tensión mandibular.
  3. Medicamentos: el uso de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares para aliviar el dolor.
  4. Terapia psicológica: en muchos casos, técnicas de relajación o terapias enfocadas en la gestión del estrés pueden marcar la diferencia.

Conclusión

El bruxismo es una condición que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Si notas alguno de los síntomas mencionados o sospechas que puedes padecerlo, es fundamental consultar con un dentista. En la Clínica Dental Linares Recatalá contamos con especialistas en bruxismo que evaluarán tu caso y diseñarán un tratamiento a tu medida para proteger tu sonrisa y tu bienestar.

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